La Ruta del Cister se encuentra en el interior de la Costa Daurada, la ruta enlaza tres monasterios pertenecientes a la orden cisterciense y datan del siglo XII. Es importante destacar la concentración de una apreciable cantidad y calidad de la historia y arquitectura medieval en el territorio. El monasterio de Poblet declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, aún conserva toda su actividad monástica, la vida religiosa está aún presente.

En las cercanías de Tarragona, en el interior de la Costa Daurada, encontramos un fascinante legado místico y religioso: la ruta del Cister. Es un recorrido por tres monasterios donde habitaron los monjes de la orden del Cister: Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges.

La ruta enlaza tres monasterios que forman un conjunto arquitectónico, histórico y cultural monumental del máximo interés relacionado con el esplendor medieval de Cataluña. Entre ellos, el monasterio de Poblet, que ha llegado hasta nuestros días conservando toda su actividad monástica, fue declarado en 1991 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En estos tres espacios se levantaron edificios administrativos, hospitales, capillas, casas de artesanos y se crearon granjas. El enlace entre estos tres monasterios es la Ruta del Cister.
Actualmente el Monasterio de Poblet y el de Vallbona de les Monges tienen vida monástica. Por esta razón, en el monasterio de Santes Creus se puede acceder a espacios que en estos otros están vetados a los visitantes. El conjunto de este monasterio fue declarado Monumento Histórico-artístico Nacional en 1951.

El monasterio de Poblet fue uno de los centros neurálgicos de la Corona de Aragón, ya que en el monasterio reposan los cuerpos de varios reyes. Poblet, mantiene la comunidad de los monjes, quienes cuidan ellos mismos las instalaciones.

La ruta acaba en Vallbona de les Monges (provincia de Lleida). El monasterio se integró en la orden del Cister en el año 1176 y es femenino, conservando ininterrumpidamente la comunidad durante más de 800 años.

Una mirada contemplativa a la historia, con visitas guiadas, eventos especiales o conciertos de música clásica en vivo, todo envuelto en el halo espiritual de un territorio rico en gastronomía, cultura, artesanía, naturaleza y lo mejor de nuestras tradiciones.

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